Radio Universidad, 3
Por: © Luis Miguel Rionda ©
Publicado en de León. os aniversarios, como el actual cincuentenario de Radio Universidad de Guanajuato, deben ser motivo no sólo de festejos y congratulaciones, sino también de evaluaciones, reflexión conjunta y propósitos para el mejoramiento futuro. Con ese espíritu constructivo ofrezco estas líneas.
En nuestro país los medios de comunicación electrónica son materia regulada por la Ley Federal de Radio y Televisión. Vale la pena recordar su artículo 5º: “La radio y la televisión, tienen la función social de contribuir al fortalecimiento de la integración nacional y el mejoramiento de las formas de convivencia humana. Al efecto, a través de sus transmisiones, procurarán: I.- Afirmar el respeto a los principios de la moral social, la dignidad humana y los vínculos familiares; II.- Evitar influencias nocivas o perturbadoras al desarrollo armónico de la niñez y la juventud; III.- Contribuir a elevar el nivel cultural del pueblo y a conservar las características nacionales, las costumbres del país y sus tradiciones, la propiedad del idioma y a exaltar los valores de la nacionalidad mexicana.” Y el artículo 6º amplía esa función social a: “Fortalecer las convicciones democráticas, la unidad nacional y la amistad y cooperación internacionales.” Estos artículos no han sido cambiados desde la emisión de la ley en 1960.
Ventana auditiva,de Hugo Almanza |
Los sistemas de radio y televisión públicos y culturales tienen la desproporcionada función de solventar los estropicios que provocan los emporios de la estupidez comunicativa. Lo hacen sin mucho apoyo ni entusiasmo de parte de los gobiernos o las universidades que los sustentan. Las radio comunitarias en el país sobreviven precariamente en un océano de ondas hertzianas que niegan la identidad y la cultura nativas. TV once, la televisora pública más importante del país, debió pagar caro el apoyo brindado por el gobierno federal para lograr la cobertura nacional, y ha empobrecido sus antes ricos contenidos y cada vez asume más el lenguaje alienante de la tele comercial. Las radio universitarias, con excepciones como Radio UNAM y Radio-UIA, se han enclaustrado en un culteranismo hermético, ajeno a sus realidades sociales. En buena medida esto es lo que le ha ocurrido a RadioUG, que se ha resistido sistemáticamente a una apertura hacia las sociedades hacia las que se debe, tanto la comunitaria como la universitaria.
A pesar de su alcance casi estatal, las cuatro frecuencias de RadioUG trasmiten lo mismo, sin contenidos producidos desde las regiones. La UG cuenta con presencia en diez municipios, y hay cuatro campus regionales. ¿Por qué no existen islas de producción en cada uno de ellos? La tecnología para la edición es cada vez más barata, y la radio es el medio más maleable y versátil, con el que nuestros estudiantes harían maravillas. Y luego, ¿por qué no abrirles espacios a otras universidades?
Aquí hay que tocar otro tema de urgente atención: la necesidad de academizar RadioUG. Es decir, vincularla a un programa académico, como podría ser una licenciatura en producción y locución radiofónica. Cabría recordar el ejemplo del antiguo centro de idiomas de la institución, que cuando se decidió a academizarse incrementó grandemente sus estándares, y hoy es un orgulloso Departamento de Lenguas donde labora una plantilla profesoral altamente calificada, con programas de licenciatura y posgrado.
Otro tema: el exceso de barras y contenidos dedicados a la música denominada clásica o culta. Hace décadas esto era comprensible, ante la dificultad de acceso a este tipo de oferta en nuestro país. Pero hoy, con los enormes recursos que tienen a su alcance los melómanos, es un error dedicar largas emisiones de conciertos mal registrados, que además tienen problemas técnicos para su adecuada emisión. Y mejor no hablemos de los narradores.
RadioUG debería trabajar más en producciones propias con contenidos informativos que sirvan a las sociedades regionales y a la comunidad universitaria. Hay que abandonar los temores evidentes a la emisión libre de las ideas, y propiciar el debate franco de las mismas. RadioUG tiene retos enormes para el futuro inmediato, pero tiene los recursos para enfrentarlos: tiene la gente de talento, tiene la imaginación de su lado, y cuenta con el apoyo de una comunidad de 38 mil universitarios.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo con su serie de articulos sobre Radio UGTO. Muy bien por mencionar el caso de IberoRadio. un saludo profesor.
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