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viernes, 28 de agosto de 2009

¡Salvemos a Juanito!

¡Salvemos a Juanito!

Publicado en de León.

El caso “Juanito”, el vernáculo Rafael Acosta, está devolviéndole mucha de su dignidad perdida a la acción política en nuestro país. Su actual actitud pragmática, cínica incluso, no es diferente a la de los personeros más insignes del liderazgo político nacional, incluyendo al propio AMLO, quien quiso abusar de la aparente ingenuidad y estulticia del oscuro candidato del PT para abrirle la puerta trasera del poder a la defenestrada Clara Brugada. Desde la pasmosa “toma de protesta” de “Juanito” se evidenció que el autoproclamado adalid de las causas justas no confiaba demasiado en la sinceridad del polichinela de Iztapalapa. Lo hizo jurar dos veces para remachar su compromiso de renunciar en caso de ganar la elección delegacional. Las fuerzas pejistas actuaron como debieron y desviaron el apoyo histórico del PRD en la delegación más castigada del DF, en favor de este personaje hermético. El triunfo no fue sorpresivo, incluso para los perredistas perdedores. El capital político personal que acumuló López Obrador en esta delegación durante sus seis años en el gobierno del DF volvió a actuar con eficacia, y ungió con la victoria a un personaje que parece extraído de Los Supermachos o Los Agachados de Rius, y que navegó durante la campaña bajo la bandera del bobalicón, pero fiel a la causa superior del presidente legítimo.
A muchos nos irritó la maniobra por burda, por ofensiva a la dignidad del candidato sacrificable, y al final de cuentas por soberbia ante los poderes públicos del Distrito Federal, de la delegación Iztapalapa, y del propio Tribunal Electoral federal. Todos recibieron del Peje su respectiva dosis de ordenanzas: “Juanito” de renunciar sin chistar, el Jefe de Gobierno de aceptar la renuncia y presentar la propuesta de la Bruganda ante la Asamblea de Representantes, y ésta de aprobar la sustitución, culminando así la burla a las instituciones.
Nadie sospechó, excepto tal vez el propio AMLO, de la voluntad asnal del candidato. Pero el hecho es que a cinco semanas de asumir el cargo, “Juanito” hace planes y más planes, da entrevistas donde despliega una insospechada locuacidad, y vuela alto en el avión de la imaginación. Ya puso condiciones a su renuncia, y pronto se le ocurrirán más excusas para no dejar el suculento hueso, con sus casi 80 mil pesos de sueldo mensual neto. Un presupuesto anual de casi tres mil millones de pesos, similar al que se ejerce en el municipio de León -pero para el doble de habitantes-, representa una capacidad de maniobra que es imposible de ignorar. “Juanito” sueña ya con la jefatura de gobierno del DF, y de ahí brinca a la candidatura presidencial. Nada es demasiado grande para este “ex actor de ficheras, ex desnudista, ex luchador, madreador profesional, comerciante ambulante” como reportó Milenio el 16 de junio pasado. Dice: “Me dedico al comercio, a productos de temporada en la calle, en la casa, tengo una pequeña nevería, tengo puestos en tianguis, soy comerciante ambulante”. Parece payo pero estudia la prepa abierta: no es tan cerril como aparenta.
La política mexicana ha exhibido muchos personajes de vodevil a lo largo de la historia, pero sin duda la circunstancia de “Juanito” lo hace único: el de haberse prestado para un montaje burdo, que lo hizo pasar ante la nación entera como un vulgar títere de líderes maniobreros y tramposos. Pero resulta que el pelele está resultando respondón y sagaz, poniendo en un brete a los curros ladinos que le quisieron engatusar. Aunque será difícil que “Juanito” se salga con la suya, sin daños mayores al menos, su reacción le ha devuelto la dignidad usurpada. Está evidenciando sentido de la política real, donde nada es cedido sin recibir algo a cambio. Y es posible que le dé una sopa de su propio chocolate al líder que lo humilló públicamente, al hacerle ver que incluso una persona simple tiene la chispa y el ingenio suficientes como para voltearle el chirrión por el palito a la soberbia de los paladines iluminados.
Por cierto, los usuarios de Facebook no dejen de buscar el grupo ¡Salvemos a Juanito! que ya tiene 131 miembros. Se trata de “un grupo que desea defender los derechos politicos -y de autoestima- de Juanito. Él ya fue electo legalmente como delegado en Iztapalapa y no debe renunciar”. ¿Cómo ven?

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